lunes, 27 de mayo de 2013

Don Jose Luis Sanpedro

Todavía me cuesta hacerme a la idea de que uno de mis escritores favoritos ya no esté físicamente entre nosotros. Y digo físicamente porque su espíritu, su clarividencia, su humanidad y su sencillez estarán reflejadas en sus obras para siempre. Obras maravillosas que han dejado una huella endeleble en mi vida. Lloré emocionada con la Sonrisa Etrusca, soñé con Real Sitio y me condujo a recorrer Aranjuez imaginándome en cada esquina los pasajes del libro. Y así todos los demás, maravillosos también. La vieja sirena, El amante lesbiano, Octubre, octubre y el delicioso Escribir es vivir, basada en las lecciones sobre " El autor y su obra ", impartidas por José luis Sampedro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el verano de 2003. Su admirable esposa Olga Lucas se encargó de transcribir sus palabras y el resultado fué una autobiografía escrita por otra autora.  Él decía: " Aquí cuento yo mi vida, pero es narrada con las palabras de Olga Lucas, que son mías aun siendo suyas." Gracias eternas.

sábado, 25 de mayo de 2013

LOS SIETE SUEÑOS


A lo largo de mi vida, guardé el recuerdo de algunos sueños en mi memoria. Algunos se repitieron varias veces. Los más angustiosos, los que me han hecho despertar sumida en el miedo y rodeada de oscuridad. Despertarme en la negrura mas absoluta era mi mayor temor. Gritaba de horror llamando a mi madre. Nunca supe cuál era el motivo de ese miedo. Quizá por ello, cuando crecí, siempre mantuve una pequeña luz encendida para evitar que se materializaran las sombras siniestras que me acechaban desde las esquinas de mi habitación cuando llegaba la noche.

SUEÑO 1

Estoy ante la puerta. Es grande como si fuera la de una iglesia, es pesada y tengo que empujarla con fuerza para poder entrar. Paso a una sala iluminada por una extraña luz cenital. No la reconozco, hay más personas pero no recuerdo cuántas ni quiénes son, sólo soy capaz de mirar hacia la luz. Los demás también lo hacen. Nos movemos como autómatas. La luz oscila como la llama de una enorme vela, hay un fuerte olor en el ambiente...¿éter? Me noto flotar, casi no siento mi cuerpo, la luz ciega mis ojos y no sé si yo voy hacia ella o ella me atrae.
DESPERTAR
Quiero encontrar un sentido y al levantarme trato de ordenar las piezas de mi sueño. No lo consigo, me parece absurdo.

SUEÑO 2

Camino por un pasillo largo y frio, los techos son altos, el suelo de losas de piedra, no hay puertas a los lados. Al fondo se ve un punto de luz pero no tiene pérdida, el recto trayecto me dirige hacia él.
No sé si estoy cerca o lejos, el tamaño de la luz es el mismo, no importa cuánto camine, no sé si lo voy a alcanzar.
DESPERTAR
Me siento en la cama, creo que no he descansado bien, estoy agotada y dolorida. Vuelvo a acostarme, me acurruco entre las sábanas y me quedo dormida.

SUEÑO 3

No veo nada. Trato de encontrar un punto de apoyo con mis manos abiertas, palmeando en el aire como si fuesen mariposas ciegas. Mis pies descalzos están frios, como cubiertos por un hielo imaginario pues no siento ningún contacto en ellos. Presiento una luz pero no alcanzo a verla. Floto en un negro ámbito.
DESPERTAR
Abro las cortinas a la luz de la mañana. Aún no ha amanecido. Los párpados me pesan como losas, no consigo abrirlos. Me doy la vuelta tanteando y me dirijo al baño. El agua fría me reconforta.

SUEÑO 4

Estoy tumbada, mi lecho es blando y vaporoso. Un perfume dulzón me embarga de forma agradable. Estoy bien, estoy muy agusto, no me apetece moverme. Los visillos acarician mi rostro, mecidos por la brisa que entra por la ventana abierta. Siento un suave calor y la luz del sol bañando mi cuerpo.
DESPERTAR
Me levanto de un salto. Creo que he dormido de un tirón. Estoy eufórica y entono una canción en la ducha.

SUEÑO 5

Alguien tira de mí, agarra mis brazos. Yo, no puedo moverme, mi cuerpo es pesado como si fuera de plomo. Trato de ver quién es pero no hay nadie, solo esa extraña fuerza que se aferra a mí. Cuándo empieza a iluminarse la escena, cede la presión, cede mi inmovilidad e intento esbozar una sílaba.
DESPERTAR
Me levanto con la boca seca. Hace calor. Mi cuello está mojado por el sudor. Veo las huellas de unas manos en mis brazos, pero no me duelen y al rato desaparecen.

SUEÑO 6

Tengo que entrar. Si no lo hago no descansaré y lo necesito. Abro y la estancia está en penumbra, sólo la pequeña luz de una vela oscila sobre la mesita junto a la cama. Tengo que acostarme pero no alcanzo a subirme a ella, está muy alta, cada vez más. Me tiendo sobre la alfombra...
DESPERTAR
Hoy me duelen todos los huesos de mi espalda. Esta noche he tenido mucho frio. Quizá tenga gripe.

SUEÑO 7

Me sacude una claridad que me saca de la placidez de mi penumbra, desentumece mis miembros, aclara mi cabeza, moviliza la sangre de mis venas y agudiza mis sentidos.
La luz. ¡Por fin la alcanzo! no me molesta, no me da miedo y no me produce extrañeza. Abro los ojos a duras penas cegados por la luz.
- ¡Luz!- oigo - ¡Luz! estás aquí. ¡Gracias a Dios!
Sigo la voz que me llama, veo el azul de unos ojos asombrados y noto la suave presión de sus manos. Trato de preguntar y el interrogante queda en suspenso.
- ¡Por fin! ¡Te hemos recuperado! ¡Has salido del coma!
DESPERTAR
Ya no lo hago.